En distintos puntos del noroeste del país la Madre Tierra es
homenajeada con rituales ancestrales, ceremonias, danza, música y
comidas especiales. Una oportunidad única para asistir a una de las
fiestas nacionales más tradicionales.
La Pachamama, o Madre Tierra, es la diosa femenina de la tierra y
la fertilidad, una divinidad agrícola benigna concebida como la madre
que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. En la tradición
incaica, es la deidad de la agricultura comunal, fundamento de toda
civilización y el Estado Andino. Es la más popular de las creencias
mitológicas del ámbito incaico que aún sobrevive con fuerza en las
provincias del noroeste argentino.
El 1° de agosto es cuando se alimenta a la Pachamama, para lo cual se
entierra una olla de barro con comida cocida, junto a hojas de coca,
alcohol, vino, cigarros y chicha, entre otras cosas. También es
costumbre que los festejantes usen cordones blancos y negros –atados en
los tobillos, muñecas y cuello- confeccionados con lana de llama hilada
hacia la izquierda.
El rito supone que ese día debemos entregarle a la Madre Tierra todo lo que no quisiéramos que a nuestra familia le faltara durante el año y agradecerle por los favores recibidos durante el año pasado. Familias y vecinos se reúnen para abrir un pozo en la tierra, el cual será adornado con serpentina y papel picado. A continuación, se alimenta a la Tierra con maíz, quinoa, chalona, cordero, cabrito, distintas papas, habas, mazorcas, vino, cerveza, gaseosas, coca y otras comidas típicas. Luego se cierra el pozo con las manos y se le da de fumar.
Varias localidades del noroeste son sede de esta celebración. Entre ellas se destaca San Antonio de los Cobres, en Salta, donde desde 1995 se organiza la Fiesta Nacional de la Pachamama de los Pueblos Originarios. Aquí la festividad incluye, además de la ceremonia central del entierro de ofrendas a las 15 hs., ferias artesanales, comidas de diferentes comunidades collas, festival de música y danza. Durante todo agosto, San Antonio de los Cobres cuenta con un circuito turístico para conocer el poblado, visitar el increíble Museo de Arqueología de Alta Montaña y asistir a otros rituales de la Pachamama. La vecina localidad de Los Toldos también invita a celebrar.
Entre otras ciudades que se rinde tributo a la Madre Tierra se encuentra Laguna Blanca, en Catamarca. Allí se realizan las ofrendas y también hay competencias deportivas y juegos. En la misma provincia, en Santa María es otro lugar que se suma a los homenajes.
Jujuy es un importante centro de adoración a la Pachamama. En toda la provincia se le rinde culto mediante la realización de una ceremonia milenaria, en la que se dan ofrendas a la tierra, de comidas, bebidas y hojas de coca.
La celebración adquiere mayor relevancia en Purmamarca, Tumbaya, Valle Grande y en toda la Puna jujeña.
En Tucumán, la localidad de Amaicha del Valle en los Valles Calchaquíes, realiza su celebración a la Pachamama en febrero, mes del carnaval, pero a su vez se pliega a esta celebración en agosto. Además, es sede del Museo de la Pachamama.
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